martes, 25 de mayo de 2010

Prueba:


Verás, coge un recuerdo.
No, ese no, uno más alegre.
¡Mejor, mejor! ¿Puedes uno todavía más alegre?
… Bueno, ese sirve.
Cógelo fuerte, está bien, ahora piensa…
¿Cómo era tu cara en ese recuerdo?
¿La sensación de felicidad es bonita?
¿Sabe bien, aquella sonrisa?

Vale… vale… probaremos otra cosa:
Verás, coge un recuerdo.
Ahora uno triste.
Bien.
Ha sido más fácil, ¿verdad?
Recordar tristezas es más fácil.

Vuelve a tu recuerdo alegre…
¡Así te vas con buen sabor de boca!

Haz esto la semana que viene.
E intenta que te pasen cosas alegres,
Así podrás recordar más cosas.
¿Prometido?

Sonríe, ¡Muy bien!
¿Sabes?... es bonita tu sonrisa…
Lúcela más, será más azul el cielo.

SONRÍE.

martes, 18 de mayo de 2010

Monotonía


Subían las mujeres la cuesta, y, ya cansadas, en la puerta de la iglesia, hablaban de sus viejas cosas. Abrieron la puerta y, tiesas y arrugadas, entraron en las fauces del antiguo edificio.
Los niños, mientras, sacaban las bicicletas de los garajes y las hacían correr por los viejos empedrados. Repicaban los guardabarros, y hacían levantar las garrotas a los viejos.
Una chica va hacía el pozo, saca agua y bebe. Está fría. Coge más. Bebe. Hoy es un día de calor. Vuelve para casa.
El cielo es muy azul, aplasta las calles y las casas, que ya viejas, se quejan con crujientes gemidos. Los pájaros vuelan bajo, y los perros no ladran a los extranjeros.
Una mujer se moja los pies en un balde después de haber trabajado toda la mañana.
Pasa el día de puntillas por el pueblo. Enseguida es de noche, y en las casas se empieza a cenar. Caldo en la mayoría de mesas, los niños protestan, las viejas también. Salen las mujeres a las puertas de casa. Hoy se irán a pronto. Los niños suben arriba, se estiran en la piedray cuentan estrellas. Hoy hay muchas. Caerá alguna.
Está el pueblo durmiendo entero. Ya empieza a clarear.
Suben las mujeres la cuesta, y, cansadas, se ponen a hablar de sus viejas cosas. Abren la puerta y, tiesas y arrugadas, entran en la boca del antiguo edificio.
Los niños, mientras, sacan sus bicicletas de los garajes.

Nada ha cambiado. Bueno, sí. Hoy hay nubes en el cielo.
*Felicitats, mama!

domingo, 16 de mayo de 2010

POR FAVOR, REGALAME UN BESO…


Llevaba mucho tiempo ensayando para este día. Y no es una obra de teatro ni un recital, no hay telones ni público, solo ella y yo. Y yo tengo un color a ratos blanco y a ratos rojo. Me he sentado en una de las escaleras de su porche, a esperar que me volviera el color natural a mi cara. Me levanto de golpe, noto un pequeño mareo, y pico al timbre.
-Hola, Rodrigo, ¿qué quieres?
-Me preguntaba si…
-Vamos hombre pregunta… no te cortes…
- Que si me regalarías un beso. –Lo he soltado así, sin darme cuenta.
-Y, ¿Qué harás con un beso?
-¿Qué harías tú?
-Pues creo que guardarlo en una caja, muy fuerte, y mirarlo todos los días y sonreír.
-Pues yo no, en cuanto me dieses el beso, lo dejaría volar, volar hasta el horizonte, hasta que no pueda distinguirlo…
-Y, si lo pierdes… ¿Qué harás luego?-¿Luego?, pedirte otro beso, por favor.

viernes, 14 de mayo de 2010

Sorpresas


Las sorpresas más grandes, a veces, te las encuentras con las pequeñeces más simples del mundo.

Llegar bien a tu destino después de una tarde de lluvia y compartir un rato de tertulia, ir al cole y ver a los compañeros/as y pensar: "por esto vale la pena", que te llamen una tarde y te digan la frase más esperada, ver la sonrisa sincera de un niño,vivir el momento, ver una peli y disfrutarla, levantarte temprano y que no te importe. Eso son las mejores sorpresas que hay. Debemos cogerlas y aprovecharlas.


Pau, tenemos un teatro.

miércoles, 12 de mayo de 2010

¡Que se pare el mundo, me quiero bajar!


¡Abridme la puerta, necesito salir! Durante el día, la sensación de claustrofobia y de aversión al mundo ha ido aumentando por momentos. Como un payaso que no consigue reír. Como un hombre lobo en Paris. Como un río de gente, y yo a contracorriente. Como un perro enjaulado. Andando por la calle gente con paraguas debajo los balcones, y yo, mojándome, empapándome, por fuera. Y no saber cómo llorar. Ni como reír. Y saltar y descubrir que mi corazón pesaba demasiado.
¡Abridme, corred, abridme! En el día de hoy, lo único que he aprendido quizás es que Sugus es capicúa, ¿O ya lo sabía sin saberlo?...
¡Abridme, rápido, quiero escapar! Hoy he estado presionado por mis cuatro lados, mañana yo no sé, pero eso será, quizás, mañana.

¡Que se pare el mundo, me quiero bajar!
“como un sueño de loco sin fin
la fortuna se ha reído de ti”

martes, 11 de mayo de 2010

En el fondo somos...


Un día vino mi hermano, se acercó, como siempre, despacito, y, tranquilamente me preguntó:
-Pau, ¿Qué somos?
Tengo que confesar que me pilló por sorpresa.
-Somos un poco de todo, y nada de nada...
Somos nuestros padres y nuestros abuelos,
Somos un montón de casualidades,
Somos la primera papilla y la comida de ayer,
Somos el pasado y el ahora,
Somos la guerra y la paz,
Somos tú y somos yo,
Somos nuestros amigos y los que nos caen mal,
Somos los que conocemos y los que nos resultan estraños,
Somos las creencias y las desilusiones,
Somos la tierra y la Tierra,
Somos tantas, pero tantas cosas...
Pero, en el fondo somos, polvo de estrella...

Mi hermano me miró, e hizo su habitual gesto: levantó las cejas, me miro y dijo:
-Interesante...
No se si le quedó claro o no, pero se fue contento.

Y ahora, por las noches, soy yo el que me pregunto:
- Pau, y nosotros, ¿Qué somos?
Y, lo tengo que confesar, me pillo por sorpresa.

lunes, 10 de mayo de 2010

Permitidme:




Permitid que recuerde, que se me vaya la cabeza. Que vuele mi memoria hasta los días que yo busco. Permitid que vuelva, y que reviva, que sea otra vez lo mismo y que todo vuelva a empezar. Recorrer mi vida desde entonces otra vez, y llorar en las situaciones que lo requieran, y reír. Dejad que cierre los ojos y que me venga a la cabeza. ¡No me despertéis! Dejad que sueñe, que me vuelva chico, chico; volver a sorprenderme por las cosas mundanas y que vuelvan los mismos engaños. No me expliquéis que es el amor, que eso duele. Y dejadme, dejadme volver a vivir y soñar otra vez.
Probadlo vosotros también. Volved hacia atrás, soñad, vivid otra vez lo vivido y saborearlo, palpadlo otra vez, descubrid el sabor dulce o amargo de los pedacitos de lluvia.



Permitid, sobre todo, que recuerde, que se me vaya la cabeza. No me despertéis.