miércoles, 26 de diciembre de 2012

Comer en Navidad y vivir para contarlo...

Parece mentira que,
pese a todo, la Navidad
sea bonita.
las luces de colores
(que s'han d'anar a veure!),
los escaparates: llumetes,
pessebres, tiós, pares Noel...,
La Navidad parece que 
está puesta adrede para
que, al menos durante
un tiempo prudencial, nos
olvidemos de los malos ratos,
de lo que nos hace daño,
de las comidas de olla (i de polla).
Llums que t'il·luminen, que
t'obliguen a somriure i pensar
en positiu.
Pero volveremos a la rutina,
y la Navidad nos parecerá una 
época de esplendor pasada, 
                      triste,
deslucida. Y comeremos
los restos de turrones, corderos,
canelones. Y volverá el dolor
de cabeza, y el estrés.
Però encara no,
deixa'm gaudir d'aquest sentiment,
fer-ho lentament,
amb unes llums que t'il·luminen
(m'il·luminen)
i ens fan pensar que,
la rutina del curs,
queda lluny.