miércoles, 22 de diciembre de 2010

De madrugada, retal de la verdad:


Hoy el día se ha
levantado con el cielo bajo.
La niebla parece cosida
al asfalto y,a a los sombreros y
los abrigos de los paseantes
con prisas.
El frío deja de ser frío, cuando
coge ese olor a nostalgia de aquel verano
tan fresco, casi primavera.
Dos hojas se pelean acera allá.
Des de la ventana, el café de las
manos hace juego con el peluquín del
hombre gordo.
Delirios del sueño.
No he descansado bien.
Despacio, el autobús corta el hilo
que lo une al suelo i el cielo, se levanta,
dibujando el mundo de siempre.

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